domingo, 9 de junio de 2013

Fantasmas


Los fantasmas (del griego φάντασμα, "aparición"), en el folclore de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas desencarnadas de seres muertos (más raramente aún vivos) que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible, produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos —poltergeist—), principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas. Constituye uno de los tipos más conocidos de superstición.

Descripción 

Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal. Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes, que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad, podría tratarse de rods, artefactos, motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas por pareidolia, apofenia o cualquier otro prejuicio cognitivo.

Origen


Desde antiguo la mitología, la religión y otras manifestaciones de folklore o literatura han creído, o pretendido creer, en la existencia de entidades sobrenaturales, manifestaciones vitales o númenes más o menos inmmateriales de varios tipos:

  • 1. Abstractos, más o menos alegóricos, como Dios.
  • 2. Naturales o no humanos: inanimados sin movimiento o cosas, e inanimados con movimiento o semovientes, como el aire, el agua, el fuego, las plantas, los astros.
  • 3. Naturales animados: animales o animalizados.
  • 4. Antropomórficos.
  • 5. Humanos.

Clases de Fantasmas



  • Apariciones que frecuentan habitualmente un lugar determinado. Generalmente no suscitan miedo, son inofensivos y a veces llegan a ser tratados como un miembro más de la familia.


  • Apariciones post-mortem. Suelen tener lugar muy poco tiempo después de la muerte de la persona reaparecida, y no acostumbran a estar relacionadas con un lugar o acontecimiento concreto; parecen ser como despedidas.
  • Apariciones en casos críticos: el aparecido es alguien que está viviendo una experiencia importante (a menudo desconocida por el testigo de la aparición), como un accidente, una enfermedad o, por supuesto, la muerte, y se muestra ante una persona o personas simultáneamente a esa experiencia, no después de la misma.
  • Aparición inducida. En estos casos, el fantasma no es el de una persona muerta o moribunda, sino el de alguien vivo, que intenta con deliberación hacer que su imagen se haga visible a otra persona; se habla entonces de bilocación, si se trata de santos, o en el folclor alemán de doppelganger (en el irlandés, fetch).


  • Fantasmas Celebres 


    En Colombia 


    • En Cartagena de Indias existe el Museo Naval del Caribe, donde antes estuvo el Hospital San Juan de Dios, lugar en que en la época del cólera se atendió a muchas personas que posteriormente murieron a causa de esa enfermedad y fueron enterrados en el patio. Justo frente a este patio principal cuentan aparece un negro con turbante en la cabeza que se queda mirando fijamente a las personas, siempre en el mismo lugar. Existen testimonios de funcionarios que trabajan en el museo, y los visitantes lo confunden con un indigente, según cuentan ellos. En una de las escaleras un ente desconocido empuja a los visitantes. En un solo día llegó a ocurrir seis veces y nunca ha sobrepasado esa cifra. También ha aparecido en fotos un hombre de rasgos marcados y una rueda de timón giró sola velozmente de derecha a izquierda y en sentido contrario largo tiempo.
    • El sector de La Candelaria en el centro de Bogotá es famoso por su rica historia y por ser allí donde fue fundada la ciudad, pero también por ser el barrio más encantado. Son múltiples las historias y testimonios de apariciones en casi todas las casas del sector. Una de las apariciones más famosas es la del Fantasma de la casaca verde, el cual se aparece en la casa de Rufino José Cuervo (donde hoy funciona la Fundación Gilberto Alzate Avendaño). Los rumores apuntan a que se trata del espectro del Virrey José Espeleta, quien gobernara la Nueva Granada a finales del siglo XVIII.
    • El Palacio de Justicia, también en Bogotá y lugar que fue protagonista de un holocausto en 1985. Las personas que laboran allí han presenciado fenómenos paranormales, que son adjudicados a las almas en pena de las personas que murieron durante la toma.
    • Palacio Liévano, donde funciona actualmente la Alcaldía de Bogotá. Bultos luminosos se desplazan hasta las oficinas para teclear máquinas de escribir, una lechuza de inusual tamaño que sobrevuela los parqueaderos del edificio o luces que se apagan o se prenden por si solas son los fenómenos que el personal de la Alcaldía ha presenciado a cualquier hora del día.
    • El Hóspital General de Barranquilla, escenario de la aparición de una monja que trabajó en el hospital hacia los años cincuenta. Dicen que el espectro de la monja deambula especialmente en el área de maternidad del hospital.
     En Japon

    El escritor y orientalista Lafcadio Hearn ha adaptado algunos relatos tradicionales de fantasmas japoneses. Los fantasmas japoneses son espíritus apartados de una pacífica vida tras la muerte debido a algo que les ocurrió en vida, falta de una ceremonia funeraria adecuada, o por cometer seppuku o harakiri (suicidio). Usualmente aparecen entre las dos de la madrugada y el amanecer, con kimono blanco de luto abrochado al revés y sin pies definidos; algunos carecen de rostro, los llamados noppera-bō o sin cara (como los hupia de los taínos antillanos). Hay muchos tipos de fantasmas japoneses, en general denominados yūrei: onryō, o fantasmas vengativos; ubume, o fantasma benéfico de una madre que murió durante el parto o dejando niños pequeños y que regresa para cuidar de sus hijos o traerles dulces, que al desaparecer el fantasma se transforman en hojas secas; goryō, fantasmas vengativos aristócratas que fueron martirizados, funayūrei, fantasmas de los que murieron en el mar; funayūrei-urei: fantasmas de niños traviesos; los gaki o fantasmas hambrientos; los de objetos o tsukumogami; los cambiantes u obake; los jikininki, hitodama, reikon... El Templo Zenshoan en Tokio es conocido por su colección de pinturas de yorei, o galería de Yorei-ga. Son 50 pinturas de seda que datan de 150 a 200 años y representan una gran variedad de apariciones. Fueron recogidas por Sanyu-tei Encho, un historiador famoso y artista del rakugo en la era Edo cuando estudió en Zenshoan. Son lugares encantados:

    El espectro de Kuchisake-onna, una mujer espantosamente desfigurada durante la época Heian por un marido celoso, un samurai que con unas tijeras le descarnó la parte inferior de la cara para descubrirle los dientes y la mandíbula; vuelta un maléfico fantasma, es uno de los más famosos y se la representa en unas máscaras verdaderamente horribles.
    El castillo de Himeji es frecuentado por el fantasma de Okiku
    Aokigahara, el bosque en el fondo del monte Fujiyama, es una localización popular para el suicidio y numerosos fantasmas suelen pasear por allí.
    La leyenda de Botan Dōrō (牡丹燈籠) es inmensamente popular en Japón y ha dado argumento al kabuki, al rakugo, a la literatura y al cine en numerosas ocasiones, pero no parece tener un fundamento histórico real.
     

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